Morro Terco Hotel es un refugio familiar, un lugar íntimo y mágico concebido como un espacio de descanso en la imponente belleza del Pacífico colombiano. Construido sobre un morro de 40 metros de altura frente al mar, su diseño evoca la estructura de un barco antiguo que parece navegar entre las olas y la selva.

El sueño de este paraíso comenzó con la idea de crear un escondite perfecto, donde la tranquilidad y la conexión con la naturaleza fueran protagonistas. Con el tiempo, lo que una vez fue una acogedora cabaña familiar, se transformó en un hotel boutique único, conservando su esencia de hogar y su compromiso con el entorno.

En Morro Terco, cada rincón cuenta una historia. Desde la brisa que acaricia sus terrazas, hasta las vistas inigualables del océano y la selva, cada detalle está diseñado para que nuestros visitantes experimenten el lujo de lo simple, el sonido de las olas, los colores del atardecer y la calidez de la hospitalidad.

Hoy, Morro Terco Hotel abre sus puertas a quienes buscan algo más que un lugar para dormir. Aquí se vive el Pacífico en su máxima expresión: aventuras, tranquilidad y una conexión auténtica con el paraíso.

¿Listo para descubrirlo? ¡Te esperamos!

Habitaciones y diseño:  Contamos con 7 acogedoras habitaciones que ofrecen descanso y conexión con el ambiente natural. Cada espacio está diseñado para reflejar la tranquilidad y belleza de Nuquí.

Zonas sociales:  Disfruta de amplias áreas comunes que invitan al relax y la convivencia, todas construidas a 40 metros sobre el nivel del mar, ofreciendo vistas inigualables del océano.

Acceso entre la vegetación:  El hotel se conecta mediante senderos y escalones de madera que serpentean entre la densa vegetación característica de la región. Este recorrido, más que un acceso, es una experiencia sensorial donde se disfruta de la flora local y de panorámicas impresionantes.

Deck y muelle:  Nuestro deck y muelle son emblemas de la región, ampliamente reconocidos y apreciados por los turistas.

Estos espacios no solo destacan por su diseño, sino también por la sensación de calma y conexión que ofrecen con el océano y el entorno natural.